Gran conocedor del boxer
ahora “prima” la clase frente al standard
En primer
lugar, tengo que decir que todas las referencias que tengo de Juan Manuel
Rodríguez, vicepresidente del club del boxer español, como criador y conocedor de
esta raza son inmejorables. En una hipotética puntuación del uno al diez,
estaría en el sobresaliente.
Además, debo
agradecerle, en lo que se refiere a mi persona, que haya logrado me cuestione
alguno de mis principios que consideraba bien asentado: siempre he cuestionado
la teoría de Darwin, por la falta de eslabones perdidos, y sin embargo Juan
Manuel Rodríguez ha fulminado ese viejo tabú. Salvo que se abrace el darwinismo
es imposible comprender su evolución y/o metamorfosis en apenas diez años.
Cuando se le invitó, y aceptó, ser colaborador
de la revista Dog Champion, ( tan sensacionalista como la propia revista, según la descalifica), era un ferviente defensor de la tipicidad y el
estándar, donde cualquier desvío, como no podría ser de otro manera, le hacia
rechazar al ejemplar como representante o exponente, en grado superlativo, de
la raza. (Las hemerotecas con sus colaboraciones en nuestra antigua revista
están a disposición de quien quiera consultarlas)
Daño a la
raza
Solo a
partir de ese darwinismo galopante se entiende que a un ejemplar con el siguiente raport, “Dorado marcado en blanco. Falta mayor impronta de
macho, hueso y sustancia. Cabeza típica. Seria deseable un cráneo con mayor
elevación y mejor angulacion. Buen relleno de hocico y bonito mentón. Maxilar
inferior redondeado. Estructura larga. Falta de profundidad y anchura de pecho.
Correcta línea superior. Línea inferior recta sin dibujo. Angulación delantera
correcta. Falta angulación trasera” le
haya otorgados dos CAC .entre ellos el punto obligatorio, y lanzado al
estrellato como super campeón. Criadores relacionados con este ejemplar y que
lo conocen tan bien como Rodríguez, admiten la certeza de esta descripción,
aunque justifican sus premios “porque es un perro con mucha clase”. Es cierto:
el perro tiene clase, pero no tipo.
El problema de estas sorprendentes promociones, difícilmente
entendibles, sobre todo si se tienen los conocimientos que de la raza tiene el
vice presidente del club, es que transforman un ejemplar mediocre en estándar viviente de
la raza (se supone que un campeonísimo lo debe ser), multiplicando sus montas y cruces llevando al
boxer español a un retroceso de varios años.
Ejemplares largos, con poca
sustancia, ojos claros, escasa angulación, maxilares redondeados, sin impronta
de género y con mordidas poco limpias, pueblan los ring españoles y copan los
campeonatos.
Igual es que el estándar de la raza ha sido modificado, sin enterarnos,
y para estilizar mas a estos ejemplares (a fin de que tengan clase y glamur) además del rabo hay que prolongar su longitud
para que pose como un perro de muestra.
Cuestiona, por otra parte, (ver
anterior blog) Juan Manuel Rodríguez nuestros conocimientos, y por lo tanto
capacidad, para realizar ciertas críticas y análisis al no pertenecer al mundo
de la cinofilia. Según este criterio para opinar sobre drogas habría que ser
drogadicto, para hacer una análisis de la prostitución, puta, y lo que es más
importante, para juzgar a esta raza, seria imprescindible ser chato, prognata y ladrar.
Fuera de bromas, evidentemente, no participamos en el mundo de la
cinefilia tal y como el la contempla: no acabamos de entender que se sea juez y
parte, criador y expositor y todo en un
mismo saco y al mismo tiempo sin diferenciar el servicio público (dirigir un
club y velar por la selección de la raza como juez) de los intereses privados.
Los juicios de valor, opiniones, acertadas o no, surgen cuando la
mujer del César además de honrada ha de parecerlo. Si quieren evitar la confusión,
las malas interpretaciones e incluso los
prejuicios mal intencionados, que cambien su forma de proceder y dejen
de criar si juzgan, por ejemplo.
Dels Segadors y sus campeones
No le parece acertada a Juan Manuel Rodríguez
nuestra crítica al afijo “dels Segadors” al calificar, por nuestra parte, su cría de errática. Defiende a este afijo,
como buen amigo de sus amigos, con el argumento de sus éxitos y premios en la cría
de esta raza. No debió leer bien, por las prisas, nuestro comentario: Nosotros
nunca hemos cuestionado sus éxitos
Cuestionamos su cría y la calificamos como errática ( sin un fin claro
salvo ganar premios) por haber basado esta en cruces con campeones de medio
mundo, según fuesen apareciendo, para generar “campeonitis” y sin haber fijado
una impronta propia, con unas características definidas, como se supone debe
perseguir un amante de la crianza. Rodríguez no desmonta nuestra argumentación,
en este caso ni en ningún otro.
Sobre que
en sus cría, la de Juan Manuel Rodríguez,
priman sus gustos frente a otras consideraciones, aceptamos pulpo como
animal de compañía, indicando, eso si, que coincidíamos mucho mas antes que
ahora. De hecho, su Ch. Lucky Luciano de Cinco Rosas, me parece espectacular,
mientras que parece no es del todo del agrado de su criador. Se lo compro
cuando quiera. (Ya se sabe lo que se dice de los gustos).
En los
ditirambos que lanza sobre Carlos de Guinea no vamos a entrar. Eso es cuestión
de cada cual. Solo indicar que lamentablemente para nosotros, pues consideramos
al señor de Guinea como un buen conocedor del boxer en particular y del la cinofilia
en general, no se encuentra entre nuestros colaboradores ni fuentes. Intentar
lo intentamos, pero nos dijo que no.